Cuando estoy triste y entra un mensaje tuyo diciéndome que soy tu reina, siento el amor.
Cuando vienen a mí los malos recuerdos de traumas del pasado que me persiguen, y noto que con solo tocarme huyen sin rastro, siento que me amas.
Cuando confundida solo te miro sin saber qué decir o cómo explicarlo, pero tú solo me abrazas y con eso se alivia mi corazón, siento el amor.
Yo no había sentido el amor. Ese amor incondicional que no tiene palabras, argumentos racionales ni razones prácticas, y yo tampoco lo había dado antes.
Solo era el temor a la soledad lo que me hacía querer estar o tener, pero no amar.
Amar no es amarrar, es soltar y sentir que vuelves a mí; eso es amor.
Escrito el 5 de junio del 2020
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